martes, 28 de julio de 2009

Avívame la chispa o no reacciono.
Despiértame de este letargo o que así pasen los años
y yo, inmutable, en el mismo sitio,
apalancada, sin pronunciar palabra.
Avívame la musa,
despiértame inquietudes,
placeres, esencias,
duerme conmigo, despiértame a las tantas,
avívame el sueño, la sonrisa.

Avívame la existencia.






viernes, 17 de julio de 2009

13-16 julio 09


¡Ya quisiera Nueva York contenernos en sus entrañas! Desde aquí se ve todo más claro, a pesar de que en el cielo se mezclen tres colores y que sólo sea capaz de ver dos estrellas porque la noche no es del todo cerrada. Inútil no sé, ilusa demasiado, me conoces bien. Y si está dura la piedra me apoyo en tu pecho, el mar me da frío, me da miedo perderte y tú, hoy, estás cerca para devolverme las alas. Que contigo se volar, aunque a veces me bloquee, charlo por los codos y poco digo. Bah, tú sabes callarme y volver a hacerme hablar, ahora sí, con argumentos razonables y entendibles para el resto de la humanidad. Pero es preferible que esto último sólo sea raras veces, hoy prefiero contarte una historia, más bien rememorarla, con palabras que sólo a ti y a mi nos resultarán familiares. ¿Y si te digo surrealismo? La penumbra es nuestra luz y el pincel o pluma, nosotros mismos. Bonitas son nuestras narices que hacen de márgenes del lienzo. Sin reglas, ni costumbres, ni temas que nos valgan, ahora soy poéticamente lasciva. ¿Qué tendrá esa palabra que al pronunciarla se me escapa? Tiene viento.

miércoles, 8 de julio de 2009

Porque el alma se nos atraganta

y, por muy humanos que seamos, cada día me siento menos persona.
He comenzado a imponerme horarios, a mecanizar mis hábitos y a pensar antes de hablar. Poco me queda ya de lo que caracteriza a los hombres, quizás un físico o un pensamiento que pueda rebasar los límites de lo real, de lo consiente... Sinceramente, de poco me sirve en los tiempos que corren, que vale más una imagen que mil palabras y, aunque sólo se trate de una expresión comunmente utilizada es realmente triste. ¿Es preferible lo real a lo inventado? Yo prefiero un mundo de palabras, de versos, de frases inacabadas y de sueños por cumplir, quiero rellenar cuadernos en blanco, sonrisas vacías. Porque el alma se nos atraganta cuando despierta y recuerda en qué realidad ha llegado a parar, ¡pobre condenada!
Y a mí sólo me queda suspirar
y esperar
y esperar
y esperar.

domingo, 5 de julio de 2009

Quédate

Que quede claro que no se trata de una condena, ¿o es que has hecho algo malo y no me lo has dicho? Ay, pillina, siempre escondiéndote en la espesura y yo tropezándome contigo en mitad de la noche. ¡Si es que no hay quién te comprenda! Y quizás por eso te necesite tantísimo, mi musa, Calíope, oculta e omnipresente al mismo tiempo, detrás de mi, riéndote de mi humana ignorancia, de mi inmadurez y de mi falta de experiencia, que tanto daño me hace. Para ti es un juego, una historieta que completar, una disputa entre el mundo y una servidora. Y te encanta jugar a desaparecer, a correr y retroceder con paso de tortuga, a sumergirte en mis pensamientos y escapar por mis oídos en cuanto me despisto.

Sólo se trata de una propuesta, un cambio en las reglas del juego.
Te invito a que te quedes para siempre.

Y estoy segura de que te gustará, creceremos fuera de lo físico, dentro del cerebro y corazón, aunque esto último sea sólo una metáfora más de todas las que hay en esta vida, tan cómica, tan trágica, teatral en su totalidad. Pero, como ya dije alguna que otra vez, que alguien me reserve una butaca porque si desde el palco se ve mejor esta tragicomedia, yo pago mi sitio con las sonrisas que hagan falta, que aquí el dinero no vale.
Musa, no te marches, no me abandones, no dejes que el bolígrafo deje de deslizarse sobre el papel, no permitas que las palabras espontáneas me olviden, que la música sea un elemento más del ambiente, que las miradas sean una molestia más del mundo. Te doy cobijo bajo mi piel para no tener esa necesidad de aclamarte, para que tan sólo tenga que afinar el oído con la mano izquierda y, con la derecha, plasmar el contenido de tus susurros.

Te ofrezco una estancia y, a cambio, sólo pido un poco de arte.









Sí, me he tatuado =)


Calíope, musa de la sabiduría y de la poesía épica, espero que cumpla su función conmigo.