Sólo se trata de una propuesta, un cambio en las reglas del juego.
Te invito a que te quedes para siempre.
Te invito a que te quedes para siempre.
Y estoy segura de que te gustará, creceremos fuera de lo físico, dentro del cerebro y corazón, aunque esto último sea sólo una metáfora más de todas las que hay en esta vida, tan cómica, tan trágica, teatral en su totalidad. Pero, como ya dije alguna que otra vez, que alguien me reserve una butaca porque si desde el palco se ve mejor esta tragicomedia, yo pago mi sitio con las sonrisas que hagan falta, que aquí el dinero no vale.
Musa, no te marches, no me abandones, no dejes que el bolígrafo deje de deslizarse sobre el papel, no permitas que las palabras espontáneas me olviden, que la música sea un elemento más del ambiente, que las miradas sean una molestia más del mundo. Te doy cobijo bajo mi piel para no tener esa necesidad de aclamarte, para que tan sólo tenga que afinar el oído con la mano izquierda y, con la derecha, plasmar el contenido de tus susurros.
1 comentario:
En general, es raro que me guste un tatuaje. Pero el tuyo me gusta mucho. :)
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