Y lo único que quedan de esa niña son los rizos y los ojos almendrados.
19. 17:50. Nací en el hospital Materno de Málaga. Yo no comía, a mi madre se le abrieron los puntos.
Pero, aquí estamos.
Y quizás sea masoquismo absoluto pero, pienso que a veces hay que sobrepasar esos límites que el ser humano lleva de serie y superar el nivel que tiene por nombre "gente" para subir al escaloncito al que denominan "personas". Porque no quiero formar parte del conjunto total, quiero que el conjunto seamos tú y yo, mis amigos y las personas que alguna vez en mi vida han hecho que sonría, mi familia y los que aún no conozco.
Y voy a arriesgar, a quedarme sentada en las vías del tren para admirar el paisaje, a mirarte a los ojos y leerte el pensamiento, a escribir y a seguir soñando. Tengo sensación de verano y, me temo, que es algo enfermizo.
Gracias, Callíope. Hoy has conseguido que me vaya a la cama contenta.
Suerte que no somos almas gemelas, aún sigue sorprendiéndome lo diferentes que podemos llegar a ser y me hace gracia. No tenemos nada que ver entre nosotros pero, al fin y al cabo, olemos a lo mismo tras haber "dormido" tres horas largas. Será por algo, quizás porque tan sólo han pasado dos minutos y ya te estoy echando de menos. ¿Qué nos ocurre? Yo sólo espero que, sea lo que sea, sea mutuo. Y me complace poseer la certeza.
No sé pero, a mí me da que
estábamos destinados.