jueves, 2 de septiembre de 2010

19



Y lo único que quedan de esa niña son los rizos y los ojos almendrados.
19. 17:50. Nací en el hospital Materno de Málaga. Yo no comía, a mi madre se le abrieron los puntos.
Pero, aquí estamos.

sábado, 24 de julio de 2010

160609/10 = 1


Qué rápido pasa el tiempo cuando lo tenemos entre los dedos, qué calor y qué escalofríos, ¿verdad? Tengo agujetas en los poros de la piel y en los labios. Aún no he abierto la maleta por miedo a reencontrarme con tu olor en toda mi ropa, por miedo a morirme de melancolía.
Qué lento pasa el tiempo cuando dejamos atrás casi diez días que han sido sólo unos instantes.

Muchas sensaciones, pero jamás demasiadas. Contigo nada es demasiado, ni demasiado ni escaso, todo es perfecto. Campo, carreteras, lugares desconocidos para mí, playa, tu casa, orientación nula y besos, muchos besos, tú te reías de mí y yo me pongo muy pava. Te amo, y me quedo corta.


Hush
It's okay
Dry your eyes
Soulmate dry your eyes
Cause soulmates never die


Gracias, gracias por todo, por estas vacaciones, por este año.

sábado, 3 de julio de 2010

todo va sobre ruedas.

1º de carrera: terminado.
12 días para vernos.

viernes, 18 de junio de 2010

limón como sucedáneo de ti.

Que llegue julio, por favor.
¡Ju-lio! ¡Pla-ce-bo! Ahhhhhhh.

sábado, 22 de mayo de 2010

ñoñez


no me ha bastado con imaginarte.
se me ha saltado alguna lágrima cuando, estando en la cama, he alargado la mano y no me he rozado con la tuya.
voy a intentarlo de nuevo, cerraré los ojos y contaré uno, dos o, como mucho, tres meses, ¿vale? Y, cuando los abra, nuestras pestañas se estarán besando.
¿jugamos a que pase el tiempo rápido? No es como el pilla-pilla, es una especie de crucigrama contrarreloj, un pasatiempo complicado pero, de premio hay algo grande, muy grande.


& yo.

miércoles, 19 de mayo de 2010

lunes, 17 de mayo de 2010

she


Ella mira de reojo y, si él la está mirando, se pone nerviosa.

sábado, 8 de mayo de 2010

estrés + proyectos + trabajos + sueños + risas + periódicos + autobuses + cámara + gente + metas + verano + tú + trípode + portátil + exámenes + personas + descubrimientos + letras + pereza + tú + vosotras + sol + despertadores + presión + apuntes + fotografías + frío + tú

ojalá esto se termine pronto.
ojalá llegue el verano.

domingo, 2 de mayo de 2010

sensación de verano

Quiero romper las reglas, saltar barreras y no hacer el mínimo caso a los cánones. Voy a sonreir y a dar brincos, aunque me tachen de pirada, me da lo mismo. Saltaré, correré y quizá me resbale pero, seguiré adelante aunque las rodillas me sangren y el viento esté en mi contra.

Hoy me parece bien todo, todo me gusta, me gusta tener que hacer miles de trabajos y ponerme a estudiar hasta que me duelan los ojos. Porque no sólo son un taco de apuntes ni tres horas de viaje (si no hay retraso por inundaciones, como suele ocurrirme) ni cuatro duros mal invertidos, qué va: es parte de mí, parte de mis sueños y mis necesidades primarias, el leer hasta el desfallecimiento y el llorar porque no salgan las palabras, amo esas sensaciones.

Y quizás sea masoquismo absoluto pero, pienso que a veces hay que sobrepasar esos límites que el ser humano lleva de serie y superar el nivel que tiene por nombre "gente" para subir al escaloncito al que denominan "personas". Porque no quiero formar parte del conjunto total, quiero que el conjunto seamos tú y yo, mis amigos y las personas que alguna vez en mi vida han hecho que sonría, mi familia y los que aún no conozco.


Y voy a arriesgar, a quedarme sentada en las vías del tren para admirar el paisaje, a mirarte a los ojos y leerte el pensamiento, a escribir y a seguir soñando. Tengo sensación de verano y, me temo, que es algo enfermizo.

Gracias, Callíope. Hoy has conseguido que me vaya a la cama contenta.

jueves, 22 de abril de 2010

Maldito letargo creativo

Y poco a poco me diluyo con agua de mar, como si fuera una pintura de acuarela que se va haciendo más tenue a la vez que llueve sobre el lienzo. No tengo el lienzo roto en absoluto pero, no está terso y se acumulan las tormentas.

Será por eso que, justo donde están pintados mis ojos, gotea.




Demasiado estrés, demasiada incertidumbre, muy poco tiempo y demasiada distancia entre nosotros. Que sea verano, por favor.

sábado, 17 de abril de 2010

Impotencia, eso es lo que me sale de los ojos, pura rabia. Impotencia por no poder articular palabra y tener que esconderme bajo el edredón no sé si por verguenza u orgullo. Y todo por intentar comprenderos, todo en vano, todo en mi contra. ¿Tendría que agradeceros algo? Puede, pero ahora no puedo, hoy me duele y mañana será igual. El efecto mariposa nos ha fastidiado bien, no me quedó más remedio que salir del pozo y sacudirme la arena que empezaba a metérseme en la ropa, vosotros hubiérais hecho lo mismo que yo...
Y para colmo, no habían malas intenciones.
¿Me lo tengo que creer? Los subconscientes son más conscientes que nuestra mente controlada, no hay intención propiamente dicha pero, aquí me teneis, con la maleta a medio deshacer y con el maquillaje corrido. Si ya se veía venir pero, tonta, intenté comprenderos, intenté incluso defenderos de mí misma, de mis prejuicios. Pero, aunque sin necesidad de una intención, me habeis jodido, pero bien.
He tragado mucho, me he callado demasiado y he explotado. Todos nos hemos salpicado y así es como acaba la historia: con un muñeco en la basura, platos sin fregar de la cena, bebés que lloran y mi corazón que se sale de su jaula cada vez que suena el teléfono.
Será que soy rara, será que soy rara y vosotros de mentes cerradas. Será que soy diferente a lo que estáis acostumbrados a ver, será que no me someto a las reglas y me gusta marcar mis pasos, que me gusta crear, que soy risueña y, puede que llore mucho pero, vosotros no sois merecedores de mi llanto.


Hoy me duele, a ella también le duele, y a él. Por eso me duele tanto.
Impotencia, ojalá me hubieras permitido decirles cuatro cosas.

lunes, 12 de abril de 2010

Ella

no quiere ser egoísta, no quiere pensar en un futuro placer pero, no puede evitarlo. Ella es humana y, por mucho que maldiga al destino, seguirá siéndolo.

Ella
lo quiere a él
con toda sus fuerzas.




Tengo invierno en los labios. Por suerte, pronto es viernes.

sábado, 10 de abril de 2010

los amagos de la musa que no llega

Y, al final, sólo somos polvo. Por muchas cosas que digamos o metas que cumplamos, canciones que cantemos o tesoros que descubramos en playas perdidas de la mano de Dios, sólo somos polvo que viaja de aquí para allá, de orilla en orilla.

¿Sabes? No voy a conformarme con ser el simple residuo de una barandilla o lo que se queda por encima de los libros que ya nadie lee, quiero ser el polvo que se te meta en los ojos o el que vuele cuando soplas con esos labios únicos que pones, sin llegar a fruncirlos.



Seamos polvos mágicos =)

viernes, 9 de abril de 2010

¡Corre,


que se nos escapa!

lunes, 29 de marzo de 2010

Me conformo

con que vuelvas a hacerme volar.

martes, 9 de marzo de 2010

Me he levantado sentimental y me temo que me iré a la cama con la misma sensación. Ha sido difícil despegarme las sábanas, lo he hecho hasta con rabia al creer que la habitación olía a ti. Pero no, mi mente ha vuelto a jugármela aunque, tan sólo es una niña que quiere jugar a las sombras en la pared de mis sueños, haciéndome creer que estás cerca cuando lo único que compartimos es la visión de un mismo cielo. Hoy, por lo menos, no ha llovido y sé que mientras alzas la mirada al claro firmamento, sonries. Eso es lo que a mí me hace realmente feliz.
No quería escribir sobre esto, más bien venía a hablar de una poesía que me había emocionado al escucharla en la televisión, fíjate qué cosa. Acabo de darme cuenta de que los mejores regalos que me han hecho jamás han sido recitados o escritos, siempre acabo llorando con esas cosas y, aunque pueda sonar masoquista, lo admito: me encanta llorar. Pero no llorar de impotencia ni por tener la verdad en mis narices y no ser capaz de verla, no. Me gusta que me tiemblen las entrañas y que mi cara esboce una estúpida sonrisa que nada sea capaz de borrarla, que se me salten las lagrimas y que no me salga la voz. ¿Acaso no es genial que lo que mi cerebro siente y no es capaz de decir salga de tus labios? Se me eriza el vello de sólo pensarlo.
Si es que eres un maestro, digas lo que digas. A pesar de ser una montaña rusa emocional, me mantengo estable por tu equilibrio laberíntico del cual soy dependiente. Me proporcionas lo que necesito y no me intoxico, aunque me extasio y vuelo tan alto que sólo reacciono cuando estoy en el tren de vuelta a casa. Qué pena, me cortan las alas en el momento más álgido pero sé que, algún día, el tiempo no será nuestro enemigo, más bien, un aliado.
¿Vas a concederme el placer de abrir juntos una puerta y descubrir qué nos depara el mañana? Parece que mi mente no se ha cansado todavía, aunque se me cierren los párpados casi al ritmo que tecleo. Pero, es tarde, y empiezo a enmudecer. Me voy a la cama pero, no sin antes abrazarme la almohada para intentar consolar a esta tonta que, todavía, sigue emocionada por la estúpida poesía:

[...]
Mientras se sienta que se ríe el alma,
sin que los labios rían;
mientras se llore, sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;
mientras el corazón y la cabeza
batallando prosigan,
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!
Mientras haya unos ojos que reflejen
los ojos que los miran,
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira,
mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas,
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía!

Mientras sigamos mirándonos y diciéndonoslo todo,
amándonos sin necesidad de mediar palabra,
habrá poesía.

miércoles, 3 de marzo de 2010

21

Nada cambia. No estoy segura de si hemos rozado ese grado de perfección, tampoco lo necesitamos, con un poco de acción nos basta y nos sobra. Nada cambia aunque tengamos que saltar un charco cada tres pasos ni aunque se nos cale la ropa.
Todo fluye, deslizándose al mismo ritmo que la lluvia que nos moja los pies. Quizás este mal tiempo no sea tan malo, es un escalón más, una especie de prueba que tenemos que superar con creces. Y, mientras caminemos de la mano y no nos falte tema de conversación, creo que podremos hacerlo. Pero, cuando no sabemos de qué hablar también tenemos soluciones.
Estamos más que preparados para superar todo lo que venga. Estoy muy feliz, me haces feliz.
Nada cambia, tampoco lo pretendo, pero sí. Nada cambia, pero, ojalá, que mejore. Que se acorten las distancias y que, al sentir tu olor, estés realmente a mi lado. Porque es una sensación horrible oler a ti mientras voy en el bus de vuelta y darme cuenta de que lo único que hay a mi alrededor es un montón de gente. Es un asco. Quiero convertirme en grillo, lo haré.

Nada cambia aunque hoy cumplas un año más, aunque tengas la mayoría de edad en los Estados Unidos. Qué mayor, tú. Este último año ha sido muy especial para los dos, espero que los 21 también lo sean, que tengamos un verano surrealista igual o mejor que el anterior y que las esperas sean un pelín más cortas. Gracias por todo lo que me aportas, por todo lo que eres y lo que creas. Eres muy especial, no lo olvides jamás.


Feliz cumpleaños, Rafa.
Te amo.

Somewhere in time I will find you and haunt you again...

=)

lunes, 1 de marzo de 2010

odio los pseudodomingos


Calíope, por favor, ahora no puedes fallarme.
¡No ahora!


Hoy, 1 de marzo del 2010, festivo por traslado del día de Andalucía, no ha sido un gran día en absoluto. No se puede considerar ni día.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Me duele cuando te vas. Lo único que espero, más bien, deseo, es que llegue el día en que no tengamos que despedirnos.

sábado, 20 de febrero de 2010

Suerte que no somos almas gemelas, aún sigue sorprendiéndome lo diferentes que podemos llegar a ser y me hace gracia. No tenemos nada que ver entre nosotros pero, al fin y al cabo, olemos a lo mismo tras haber "dormido" tres horas largas. Será por algo, quizás porque tan sólo han pasado dos minutos y ya te estoy echando de menos. ¿Qué nos ocurre? Yo sólo espero que, sea lo que sea, sea mutuo. Y me complace poseer la certeza.

No sé pero, a mí me da que

estábamos destinados.

sábado, 13 de febrero de 2010

lluvioso trece de febrero

Hoy no me contaminaré la mente, me limitaré a mirar a través de mi objetivo que, aunque algo borroso por el vaho de nuestros alientos, puedo distinguir lo que hay tras éste. Pero no hoy me apetece dar explicaciones de lo que me rodea, tan sólo quiero recrearme y disfrutar.
Sin ataduras, contigo.



Terminé los exámenes y me temo que hoy será el típico día nublado, pero quiero sacarle provecho: empezaré a escribir (otra vez) algo en lo que no puedo dejar de pensar, dicen que a la tercera va la vencida pero... Yo no me lo creo.

lunes, 8 de febrero de 2010

Restos de domingo


Soy indecisa y me aburre según qué rutina, no todas. Me están creciendo las alas, más bien, las estoy desplegando poco a poco de mi espalda, tengo un buen maestro de vuelo. Me siento atraída por pequeñas cosas: por el olor a café, la luz de las mañanas que se cuela en mi habitación y las libretas nuevas. Admiro a ciertas personas pero la gente me agota. Estoy enamorada y bastante harta de mis desajustes hormonales. Oclusivizo las "m" cuando lloro y tú siempre me acabas pillando.
Gracias.





- Te amo, ¿vale?
- Vale, vale...
- ¿Vale?
- Te amo.
- ¡Vale!

lunes, 1 de febrero de 2010

Las migrañas y yo somos íntimas amigas.


miércoles, 27 de enero de 2010

16/06/09, te necesito


Hace viento. Tengo frío.
Quizás sea demasiado tarde, o demasiado temprano, según lo quieras mirar, para recordarte todas esas chorradas que te suelo decir por teléfono. Quizás estés demasiado cansado para escuchar mi melosa cantinela, pero sé que un poquito de tu cuerpo me escucha todavía y que eres capaz hasta de articular una mínima sonrisa al notar que suspiro. Los días son demasiado largos, ¿verdad? Ojalá hubieran más noches y más primeros de diciembre para darnos todos los besos que aún nos guardamos, porque a mí se me salen de las mangas. Te quiero, a ti y a lo que es tuyo, a tus más y a nuestros menos que acaban siendo más aún que los mases, a tu serenidad que se combina a la perfección con mi locura y restos de niñez, que parecen no marcharse jamás.
Hace viento. Tengo frío. No para de llover.
Y te necesito más que a nadie, más que nunca. Así que me voy a la cama, ya es tarde y, como cada noche, me estarás esperando desde hace rato pero ya sabes que las palabras me salen de madrugada.

sábado, 16 de enero de 2010

La tregua


Desde el dormitorio, ella me llamó. Se había levantado, así, envuelta en la frazada, y estaba junto a la ventana mirando llover. Me acerqué, yo también miré cómo llovía, no dijimos nada por un rato. De pronto tuve conciencia de que ese momento, de que esa rebanada de cotidianidad, era el grado máximo de bienestar, era la Dicha. Nunca había sido tan plenamente feliz como en ese momento, pero tenía la hiriente sensación de que nunca más volvería a serlo, por lo menos en ese grado, con esa intensidad. La cumbre es así, claro que es así. Además estoy seguro de que la cumbre es sólo un segundo, un breve segundo, un destello instantáneo, y no hay derecho a prórrogas.
[...]
Pero ella estaba conmigo, podía sentirla, palparla, besarla. Podía decir simplemente: "Avellaneda". "Avellaneda" es, además, un mundo de palabras. Estoy aprendiendo a inyectarle cientos de significados y ella también aprende a conocerlos. Es un juego. De mañana digo: "Avellaneda", y significa: "Buenos días". (Hay un "Avellaneda" que es reproche, otro que es aviso, otro más que es disculpa.) Pero ella me malentiende a propósito para hacerme rabiar. Cuando pronuncio el "Avellaneda" que significa: "Hagamos el amor", ella muy ufana contesta: "Te parece que me vaya ahora? ¡Es tan temprano!" Oh, los viejos tiempos en que Avellaneda era sólo un apellido, el apellido de la nueva auxiliar (sólo hace cinco meses que anoté: "La chica no parece tener muchas ganas de trabajar, pero al menos entiende lo que uno le explica"), la etiqueta para identificar a aquella personita de frente ancha y boca grande que me miraba con enorme respeto. Ahí está ahora, frente a mí, envuelta en su frazada. No me acuerdo cómo era cuando me parecía insignificante, inhibida, nada más que simpática. Sólo me acuerdo de cómo es ahora: una deliciosa mujercita que me atrae, que me alegra absurdamente el corazón, que me conquista. Parpadeé conscientemente, para que nada estorbara después. Entonces mi mirada la envolvió, mucho mejor que la frazada; en realidad, no era independiente de mi voz, que ya había empezado a decir: "Avellaneda". Y esta vez me entendió perfectamente.





Hoy, en vez de escribir yo misma el texto, lo cojo prestado del maestro Mario, que dice mucho de lo que me ocurre a cada momento desde que estamos juntos. Es genial, tremendamente genial verme reflejada en este libro, llevo desde la primera página impresionándome con cada cosa que ocurre, cada historia contada, cada beso que se dan el señor Santomé y Avellaneda, cada palabra que sale de sus respectivos labios. No sé, es una historia diferente, como lo es la nuestra. Desde el primer día (noche), desde el primer beso (y el primer sobresalto). Me cambiaron los esquemas, más bien me los cambiaste y no sabes cuánto te lo agradezco.

Y ahora, a estudiar se ha dicho, que me espera una semana complicada, con tres exámenes por delante y el nerviosismo que suelo tener en estas épocas. Mamá, voy a morir.