domingo, 5 de julio de 2009

Quédate

Que quede claro que no se trata de una condena, ¿o es que has hecho algo malo y no me lo has dicho? Ay, pillina, siempre escondiéndote en la espesura y yo tropezándome contigo en mitad de la noche. ¡Si es que no hay quién te comprenda! Y quizás por eso te necesite tantísimo, mi musa, Calíope, oculta e omnipresente al mismo tiempo, detrás de mi, riéndote de mi humana ignorancia, de mi inmadurez y de mi falta de experiencia, que tanto daño me hace. Para ti es un juego, una historieta que completar, una disputa entre el mundo y una servidora. Y te encanta jugar a desaparecer, a correr y retroceder con paso de tortuga, a sumergirte en mis pensamientos y escapar por mis oídos en cuanto me despisto.

Sólo se trata de una propuesta, un cambio en las reglas del juego.
Te invito a que te quedes para siempre.

Y estoy segura de que te gustará, creceremos fuera de lo físico, dentro del cerebro y corazón, aunque esto último sea sólo una metáfora más de todas las que hay en esta vida, tan cómica, tan trágica, teatral en su totalidad. Pero, como ya dije alguna que otra vez, que alguien me reserve una butaca porque si desde el palco se ve mejor esta tragicomedia, yo pago mi sitio con las sonrisas que hagan falta, que aquí el dinero no vale.
Musa, no te marches, no me abandones, no dejes que el bolígrafo deje de deslizarse sobre el papel, no permitas que las palabras espontáneas me olviden, que la música sea un elemento más del ambiente, que las miradas sean una molestia más del mundo. Te doy cobijo bajo mi piel para no tener esa necesidad de aclamarte, para que tan sólo tenga que afinar el oído con la mano izquierda y, con la derecha, plasmar el contenido de tus susurros.

Te ofrezco una estancia y, a cambio, sólo pido un poco de arte.









Sí, me he tatuado =)


Calíope, musa de la sabiduría y de la poesía épica, espero que cumpla su función conmigo.

1 comentario:

J. R. P. dijo...

En general, es raro que me guste un tatuaje. Pero el tuyo me gusta mucho. :)